Las personas de Calcárea son constitucionalmente obesas o tienen una
marcada tendencia a la obesidad. Por lo general son rubios y de ojos
claros. Con una acentuada disposición a la apatía, impresionables y muy
sensibles y retraídos
Presentan un desarrollo insuficiente, a ello se debe su acción
fundamentalmente sobre huesos y dientes.
Son sujetos nacidos inhábiles para digerir y asimilar el calcio de los
alimentos, por esos crecen grasientes, flojos, con huesos deficientes (se
les curvan las piernas), y están sujetos a procesos destructivos (dientes
cuadrados y acanalados); se manifiesta un retraso en el desarrollo óseo.
La alopatía da calcio (porque dicen que es un sujeto descalcificado) pero al
paciento no le sirve porque no puede digerirlo ni asimilarlo.
En cambio, al darle Calcárea Carbónica, se le está dando como una energia
estimulante por lo que las células reservadas para asimilar el calcio
recobran su acción y entonces pueden fijarlo de los alimentos en el estado
físico químico exigido por la naturaleza.
Como consecuencia de esta falta o imperfección de la nutrición ósea, el
niño de Calcárea Carbónica es tardío en andar por debilidad en las
piernas, con extremidades deformadas. Las fontanelas persisten abiertas
demasiado tiempo y el cráneo es muy grande. Tienen el abdomen agrandado y
el estómago distendido y redondo. Aunque sufren mucho el frío, tienen
copiosos sudores durante el sueño que corre por la cabeza y cara, mojando la
almohada.
Son sujetos de fácil fatiga mental (hace difícil las simples
operaciones de suma y resta). Lentos en su accionar, sea físico como
intelectual.
Son pacientes muy sensibles al frío. Pies fríos y húmedos, sensación
en pies y piernas como si estuvieran cubiertas por medias frías y húmedas.
En contraposición, transpiran copiosamente al menor esfuerzo o mientras
duermen. Su transpiración es de mal olor y abundante en pecho, nuca, manos,
axilas y genitales.